La Campiña Sur cordobesa se caracteriza por la fertilidad de sus tierras, lo que se refleja en el desarrollo de su actividad agrícola y en la excelente calidad de sus productos.
La Rambla ha sabido aprovechar y transformar la llamada trilogía mediterránea –cereales, olivares y viñedos– en deliciosos platos. En ellos no pueden faltar el aceite de oliva virgen extra de la Cooperativa Nuestro Padre Jesús Nazareno, las harinas de la fábrica San Lorenzo o los excelentes vinos con Denominación de Origen Montilla-Moriles.
Platos típicos de la Rambla
Un ejemplo de este viaje de la tierra a la mesa es el salmorejo de La Rambla, en el que es clave usar un buen aceite. Se elabora igual que el tradicional, pero se sirve con habas verdes.
Gracias a su buena ubicación geográfica, en la gastronomía de La Rambla no faltan otros productos de la provincia de Córdoba, como las naranjas o el ajo. Y nada más refrescante para empezar la comida que una buena naranja ‘picá’. Se trata de una ensalada de origen andalusí, con naranja troceada, cebolla, migas de bacalao desalado y aceite de oliva virgen extra.
El ajo, por su parte, está presente en el maimónides, una sopa de ajo que también lleva cebolla, rebanadas de pan frito, aceite y yema de huevo.
Repostería
En la variada cocina rambleña no podía faltar los dulces artesanales, como los pestiños, borrachuelos, gañotes o cuajos de almendra. Aunque el postre por excelencia es el pastelón, un dulce de hojaldre relleno de cabello de ángel y decorado con merengue