La torre de Santo Domingo, que recibe el apelativo de “Torre de las Monjas”, es uno de los elementos más importantes que se conservan del desaparecido exconvento dominico. De singulares características, supone uno de los principales elementos del patrimonio local y dado su importancia histórica y artística, debe ser preservada íntegramente. La edificación data de la segunda mitad del siglo XVII, hacia el año 1757, coincidiendo con el inicio del período final del Barroco. Es obra del alarife Francisco Ambrosio de León, autor del edificio del Ayuntamiento, antiguo Pósito. Estilísticamente, la torre destaca sobremanera por su línea esbelta en semejanza con la mayoría de torres que por la época se construían en Andalucía. Consta de dos cuerpos bien diferenciados. Un cuerpo inferior a base de ladrillo, y un cuerpo superior con arcadas en dos alturas que alberga el juego de campanas. Estas estructuras quedan rematadas por una linterna octogonal que es perforada con cuatro arcos, coronados por un chapitel circular.
Rosa Eva Castillo Domínguez
Historiadora del Arte
Máster en Gestión del Patrimonio desde el Municipio